Sin alarde, fue lanzado en San Pablo, Río de Janeiro y Brasilia, hace algunas semanas, el libro Las Relaciones Peligrosas: Brasil-Estados Unidos (de Collor a Lula, 1990 – 2004), por la Editora Civilización Brasileña, del consagrado pensador y profesor brasileño Luiz Alberto Moniz Bandeira. La obra, que tiene un prefacio del embajador Rubens Ricupero, debería haber merecido una mayor atención de la crítica, por su rigor científico, discernimiento estratégico y profundidad de análisis.

En realidad, el trabajo del profesor Moniz Bandeira extrapola el ámbito de las relaciones bilaterales Brasil – EE.UU. para ofrecer un criterioso examen de estrategia de la política externa norteamericana, en un nivel de excelencia que evoca los mejores momentos de Noam Chomsky en Hegemony or Survival – America’s Quest for Global

Dominance (Hamish Hamilton, EE.UU. 2003); de Jean Ziegler en Os Novos Senhores do Mundo (Terramar, Portugal, 2002); y de Clyde Prestowitz en Rogue Nation (Basic Books. EE.UU., 2003). De esta manera, la política hegemónica y unilateral de los EE.UU., el rogue superpower, el super poder fuera de la ley, con su consabido efecto devastador en el orden jurídico y económico mundial, es desmenuzada criteriosamente, con análisis sobre la manipulación y desestabilización, por aquel país, de organismos multilaterales, como la Organización de las

Naciones Unidas (ONU), la Organización Mundial de Comercio (OMC) , el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Organización para la Prohibición de Armas Químicas(OPAQ), entre otros. Por cierto, como lo indica el título, el trabajo del profesor Moniz Bandeira, se concentra en las repercusiones de tal política nefasta para el orden legal internacional en lo concerciente a Brasil y a las reacciones de los gobiernos brasileños, del período que se analiza, a las varias iniciativas hegemónicas de los EE.UU. en el área económica, como el ALCA; en el sector militar, como en la cuestión de la Amazonia; y en el campo jurídico, como en el combate al tráfico de drogas, entre otras.

Con el beneficio de haber tenido acceso a los archivos secretos recientes de Itamaraty y de la exhaustiva investigación llevada a cabo, el cuadro pintado por el profesor Moniz Bandeira de la política externa brasileña en los gobiernos de Collor y Fernando Henrique Cardoso, es triste, sombrío y preocupante, dada la irresponsabilidad, pusilanimidad e incompetencia relatadas, con efectos resultantes extraordinariamente lesivos a los intereses nacionales brasileños.

En particular, el profesor Moniz Bandeira desnuda la política externa inepta del ex-canciller Celso Lafer para concluir, luego de una criteriosa investigación en los archivos del propio Itamaraty, que sus “actitudes obsecuentes y serviles” tornaron al ex-ministro Lafer en el “peor canciller de la historia”. El relato del profesor Moniz Bandeira acerca de la pusilanimidad de la acción de la cancillería brasileña, comandada por Lafer en persona, en la cuestión de la OPAQ, en lo concerniente a la falta de sustento al derecho internacional y de apoyo a la legítima posición del embajador José Mauricio Bustani, es de enojar al más experiente actor en las relaciones internacionales. Para mayor esclarecimiento sobre la cuestión de la OPAQ, recomiendo la relectura de mi artículo “La desestabilización de los organismos internacionales, el caso de la OPAQ”.

La gravedad de las acusaciones lanzadas por el profesor Moniz Bandeira al ex canciller Lafer recomienda, si no impone, a los atentos miembros del Ministerio Público Federal un análisis cuidadoso de los hechos para discernir sobre la eventual configuración del crimen de responsabilidad. La obra “Las relaciones peligrosas: Brasil-Estados Unidos” es una lectura imprescindible para todos los que se preocupan con el futuro de Brasil y estudian las condicionantes internacionales y la dirección de nuestra política externa.