Como es notorio, de modo general, las agencias de evaluación de riesgo tienen una relación muy cercana con los agentes económicos que generan sus ingresos y, como consecuencia, no tienen ninguna credibilidad. Su irresponsabilidad en el tratamiento de evaluaciones de productos financieros que generaron la crisis de 2008 fue consagrada en el informe preparado al respecto por el Congreso de los Estados Unidos de America (EE.UU.) y denunciada desde el exterior por observadores independientes.

Hoy se procura en el exterior a través de iniciativas legislativas, indicadores del funcionamiento de dichas instituciones, no sólo influenciables por parte del sector financiero de un modo general y sus agentes individuales, en particular, sino también por parte de gobiernos hegemónicos y sus aparatos de propaganda institucional. Con tales medidas, se procura proteger la economía popular así como también asegurar la estabilidad financiera mundial.

El relacionamiento colegial incestuoso entre dichas instituciones y los agentes financieros de mala fama, explica porqué los créditos de los EE.UU. y del Reino Unido (RU), con perfil macroeconómico similar al de Portugal, España, Grecia, Irlanda e Italia, no sufrieron la misma calificación en las evaluaciones de las agencias de evaluación de crédito occidentales.

Sin embargo, no se verificó la misma complacencia en la Republica Popular de China, donde la agencia Dagong Global Credit Rating Co Ltd, que tiene una desigual credibilidad en un sector prostituido, rebajó a fines de mayo la calificación de los títulos de emisión del RU, aduciendo el deterioro de la capacitación del país en hacer frente a los pagos de su deuda pública.

En un comunicado de prensa, la agencia Dagong Global rebajó la calificación de los títulos, tanto domésticos como exteriores del RU, del nivel de AA- al de A+, con proyección negativa respecto de la solvencia del país. Según dicho comunicado, “la rebaja refleja la situación real de la capacidad deteriorada de repago del RU y la dificultad en la mejora del perfil de la deuda externa a largo plazo”.

Según la agencia Dagong Global, en 2010, el déficit público del RU alcanzó el 9.8 % del Producto Interno Bruto (PBI) del país y la deuda alcanzó el nivel del 78.7% del PBI. El déficit del país es alto, según analistas independientes, como consecuencia directa de la política de subsidios al sector financiero británico, para salvarlo de la bancarrota.

Agrega que la economía del Reino Unido aún no se recuperó de la crisis y los ingresos públicos están cayendo por la recesión económica. Otros observadores igualmente no comprometidos, corroboran la visión de Dagong Global y pronostican que el panorama macroeconómico del RU se va a deteriorar en 2011.

A la rebaja de los títulos británicos le sigue la relegación de los títulos de emisión del Tesoro de los EE.UU., por parte de la misma agencia, en noviembre de 2010, de la nota AA – a la A+, con pronóstico negativo. Según la Dagong Global, la caída en la evaluación “refleja el deterioro en la capacidad de repago de la deuda pública y el drástico declive de la intención de cumplir con sus obligaciones de pago, por parte del gobierno americano”.

La visión realista de la Dagong Global sobre la situación real macroeconómica de los EE.UU. y del RU, refleja una percepción académica reconocida hoy internacionalmente y complicará el refinanciamiento de la deuda externa de estos países.

Traducido para LA ONDA digital por Cristina Iriarte