El gobierno chino publicó, a comienzos de septiembre de 2011, un importante estudio – en forma de un libro blanco – sobre el progreso nacional, destacando que el desarrollo pacífico es la opción estratégica de China para llevar a cabo la modernización, tornarse fuerte y próspera y hacer una mayor contribución al progreso de la civilización humana.
El importante trabajo hace una digresión histórica de millares de años de la civilización china para demostrar la formación de la cultura pacífica y solidaria del pueblo chino. Con esta intención, el libro blanco registra el esfuerzo de afirmación nacional del pueblo chino frente a los ataques depredadores y rapaces recibidos en los últimos siglos.
El libro blanco se explaya sobre las penurias de la ocupación colonial del territorio chino en los siglos 18, 19 y 20, con respecto de la situación semi-feudal a la que fue lanzado el país y en lo concerniente a la situación abyecta en la que se encontraba el pueblo, así como las instituciones nacionales, cuando se fundó la República Popular de China en 1949.
Al resaltar los notables progresos alcanzados por el país bajo el liderazgo del Partido Comunista Chino, el libro blanco destaca que China continúa siendo un país en desarrollo y continuará siéndolo durante las próximas décadas, demostrando la afirmación con los números relevantes.
Para la promoción del progreso interno, el gobierno chino concluye que el país debe procurar beneficio mutuo y desarrollo común con otros países, buscando una paz duradera y la prosperidad general, en un ambiente de respeto recíproco.
En este sentido, el libro blanco enfatiza que solamente cuando se alcanza el desarrollo común de todos los países y que las poblaciones en general puedan usufructuar de los frutos del progreso, puede haber una base sólida para la paz y para la estabilidad mundial. El gobierno chino recuerda que China se tornó hoy interdependiente con muchos países.
Aunque denuncie el modelo de búsqueda de la hegemonía, practicado tradicionalmente por otros estados, China declara estar dispuesta a aumentar el diálogo estratégico con los países desarrollados, como forma de promover la confianza mutua estratégica, profundizar la cooperación mutuamente benéfica y administrar las diferencias racionalmente.
Con relación a los otros países en desarrollo, China se propone buscar la unión, profundizar la tradicional amistad, expandir la cooperación mutuamente benéfica, y ayudar con sinceridad a otros países a alcanzar un desarrollo independiente, a través de inversiones y otras medidas de apoyo.
El gobierno chino usa el libro blanco para reafirmar sus intereses vitales, que son: la soberanía del Estado, la seguridad nacional, la integridad territorial, la reunificación nacional, el sistema político establecido por la Constitución, así como la estabilidad social y las condiciones básicas para asegurar el desarrollo económico y social del país.
En realidad, el libro blanco trae una relectura actualizada y detallada de los principios afirmativos de la política externa de la República Popular de China, consagrados en el preámbulo de la Constitución de 1982, que son: una política externa independiente; el respeto a la soberanía e integridad territorial; la no agresión mutua; la no interferencia en los asuntos internos; la igualdad y beneficio mutuo; y la coexistencia pacífica y cooperación.
A través del libro blanco, el gobierno chino reafirma dichos importantes principios y los presenta a la comunidad internacional, así como también a su población. Al hacerlo, las autoridades chinas enuncian que el objetivo principal de la diplomacia china es la creación de un ambiente estable y pacífico para su desarrollo.
Traducido para LA ONDA digital por Cristina Iriarte
Advogado admitido no Brasil, Inglaterra e Gales e Portugal. Formou-se em direito pela PUC-SP em 1975. Árbitro do GATT (General Agreement on Tariffs and Trade) e da OMC (Organização Mundial do Comércio), e professor de direito do comércio internacional na pós-graduação da Universidade Cândido Mendes (RJ).