El 13 de abril de 2009, la República Popular de China anunció un ambicioso e importante plan de acción hacia los derechos humanos en el país para 2009 y 2010, en el sentido de establecer los objetivos del gobierno chino para el área y aglutinar las fuerzas sociales y organismos estatales para su consecución. Si es cierto que el tema de la protección a los derechos humanos estuvo en el centro de los objetivos de la fundación de la República Popular de China en 1949, el estado lastimoso en que se encontraba la situación del país en dicha ocasión, causado por décadas de abusos por parte de potencias imperialistas, impedía una situación de hecho compatible con los enunciados doctrinarios y constitucionales.
De hecho, la constitución china dispone que “El Estado respeta y protege los derechos humanos de sus ciudadanos…” Todavía, China, aún hoy con todo el progreso económico y social experimentado desde la apertura política de Deng Xiao Ping, en 1978, tiene graves limitaciones y condicionantes que resultan de la situación histórica, geográfica y económica del país. Así, hoy China tiene graves asimetrías económicas y sociales en su población, de 1.3 mil millones de habitantes.
Por su parte, el notable progreso ocurrido en la región este del país hizo que las discrepancias entre el nivel de vida de los trabajadores urbanos y rurales aumentasen de forma significativa en los últimos años, lo que hizo que el gobierno chino tomase una serie de medidas para buscar un desarrollo social más uniforme, entre las cuales se ubica la que aquí se comenta.
El Plan de Acción hacia los Derechos Humanos Nacionales (2009-2010), de ahora en adelante llamado simplemente El Plan, es un documento que enuncia la política del gobierno central chino con respecto de la protección y promoción de los derechos humanos en el país con el enunciado de acciones concretas cubriendo las áreas política, económica, social y cultural, y aplicable a nivel nacional en todos los niveles gubernamentales.
El Plan está dividido en cinco capítulos diferentes, a saber: 1) Garantías de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales; 2) Garantías de Derechos Civiles y Políticos; 3) Garantías de Derechos e Intereses de las Minorías Étnicas, Mujeres, Niños, Ancianos y Minusválidos; 4) Educación en Derechos Humanos; y 5) El Cumplimiento de las Obligaciones de Derechos Humanos Internacionales y Cooperación Internacional en el Área.
En el capítulo correspondiente a los derechos económicos, sociales y culturales, se encuentra garantizado el derecho al trabajo, con la promoción de oportunidades de empleo. Está contemplado el uso generalizado de los contratos de trabajo, incluyendo las convenciones colectivas, la implementación del sistema de salario mínimo y de aumentos salariales de acuerdo con la legislación laboral.
Es más, se contempla el entrenamiento vocacional y los principios de seguridad en el trabajo. De la misma forma, se busca la resolución equitativa de las disputas laborales, de acuerdo con la legislación vigente en la materia. El derecho a la seguridad social es reconocido como consistente en una pensión a la vejez, atención médica básica, seguro por desempleo, seguro por incapacidad y protección a la maternidad.
El derecho a la salud es reconocido y el servicio médico nacional, de carácter uniforme, tiene la obligación de proveer la atención básica a la población. En tres años, China tendrá veintiséis mil nuevos hospitales y catorce mil setecientos nuevos centros de salud para atender la demanda nacional utilizada horizontalmente y distribuidos de forma tal de atender a todo el país.
De la misma manera, el derecho a la educación es reconocido y el Plan impulsa una serie de medidas de orden práctico en el sentido de su implementación, incluyendo nueve años de enseñanza obligatoria, enseñanza rural y entrenamiento vocacional. El Capítulo 1 enumera medidas destinadas a promover los derechos culturales y ambientales, en este último caso, mencionando una serie de metas a ser alcanzadas como la reducción de emisiones contaminantes.
Por su parte, el Capítulo 2 dice con relación a las garantías de los derechos civiles y políticos, incluyendo los derechos de la persona, que incluyen protección contra la detención ilegal, control estricto de la sentencia de muerte y mecanismos de supervisión para la ejecución de la ley y la administración de la justicia. La protección a los presos fue mejorada. Fueron tomadas medidas para asegurar juicios justos, así como la libertad de opción religiosa y el derecho a la información.
El Capítulo 3 dispone sobre los derechos de las llamadas minorías y así reconoce la existencia de 56 grupos étnicos diferentes, de los cuales 55 son considerados minoritarios, con una población de 106 millones de personas. En China, la ley dispone sobre la igualdad de todos los grupos étnicos y sobre la protección de sus respectivos derechos por parte del Estado. El Plan dispone sobre medidas concretas de orden económico, social y cultural para promover el desarrollo de áreas habitadas por las minorías étnicas.
Los derechos de las mujeres son tratados en el mismo capítulo con medidas concretas que apuntan a aumentar su participación en la vida política del país, así como derechos iguales en la esfera del trabajo y mejorar el combate a la violencia doméstica, entre otras. De la misma manera, acciones específicas son contempladas para los niños, los ancianos y los minusválidos.
La educación sobre derechos humanos es contemplada en el Capítulo 4 del Plan con medidas concretas que apuntan no sólo a la educación de estudiantes y de la población civil, sino también a los cuadros gubernamentales. La cooperación internacional en el sector también deberá aumentar de manera significativa.
El Capítulo 5 del Plan trata acerca del cumplimiento por parte de China de las obligaciones internacionales en el área de derechos humanos e impulsa una serie de medidas cubiertas por diversos tratados, como la convención para la eliminación de la discriminación racial, la convención de la ONU sobre corrupción, la convención internacional sobre derechos civiles y políticos, entre otros.
El Plan es una acción de gran relevancia del gobierno chino, que asegurará un gran desarrollo en el tratamiento de la cuestión fundamental de los derechos humanos en el país.
Traducido para LA ONDA digital por Cristina Iriarte
Advogado admitido no Brasil, Inglaterra e Gales e Portugal. Formou-se em direito pela PUC-SP em 1975. Árbitro do GATT (General Agreement on Tariffs and Trade) e da OMC (Organização Mundial do Comércio), e professor de direito do comércio internacional na pós-graduação da Universidade Cândido Mendes (RJ).